Se habla poco de Roberto Merhi o, mejor dicho, se habla menos de lo que se debería.

El de Castellón nos está demostrando esta temporada que con talento y persistencia se pueden conseguir cosas que el dinero quizá te impida alcanzar de forma más rápida en determinados momentos.

Merhi salió catapultado con el prestigioso título de la F3 Euroseories hacia la F1. Le había ganado a Juncadella, que fue campeón al año siguiente. Junto con sus jefes de Mercedes, decidieron que el DTM sería un interesante escalón intermedio. Michael Schumacher andaba por allí como consejero.

En el mismo campeonato consiguió su primer podio, con una segunda posición, en la última carrera de 2013. Pero poco después nos enterábamos de que se quedaba sin sitio para 2014.

Acababa de caer el invierno y no había equipo ni proyecto para los próximos meses. Se probó con la GP3, aunque todos sabían que era un paso atrás, que además costaría un esfuerzo titánico sacar adelante.

Entonces apareció Zeta Corse y Merhi aterrizó en las WSR, otro de los trampolines directos hacia la F1. A falta de la cantera de Mercedes, buena era la de era Renault. Por otro lado, volvía a los monoplazas.

A Merhi y su nuevo equipo les costo un tiempo entenderse. Pero para cuando llegó el ecuador de la temporada ya iban a una velocidad de crucero de victoria y pole por carrera.

El ruido de todo esto le abrió las puertas de Caterham y, a falta de tres Grandes Premios para el final, Merhi ya ha conseguido ponerse detrás del volante del monoplaza verde en tres ocasiones.

No ha defraudado en ninguna de ellas. Hasta llegar a meterle 0,5 segundos a su compañero Ericsson en Rusia.

Así que empezamos el año con el contrato de Dani Juncadella como reserva de Force India y Carlos Sainz Jr con un asiento cuasireservado en Toro Rosso para 2015. Y lo acabamos con Roberto Merhi pletórico de forma en la recta final con apariciones constantes en la parrilla más deseada del planeta. Todas ellas, buenas noticias para la afición española.

Será difícil que gand el título de las WSR contra Sainz, pero eso no quita que Roberto Merhi haya conseguido, de forma magistral, renovar sus opciones para llegar a la Fórmula 1.

Ha sido como en la fábula de la tortuga y la liebre. En el que la paciencia y la constancia ganan a la velocidad. Lo curioso es que Merhi ha demostrado ser, además, más rápido que muchas liebres sobre la pista.

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