El australiano Will Power (Penske/Chevrolet) logró este domingo su primera victoria en las 500 Millas de Indianápolis al ganar la 102 edición por delante del estadounidense Ed Carpenter (Ed Carpenter Racing/Chevrolet) y el neozelandés Scott Dixon (Chip Ganassi Racing/Honda).

Will Power, de 37 años, arrancó desde el tercer puesto de la formación de salida y, tras 200 vueltas al Indianapolis Motor Speedway, logró la victoria con 3.1589 segundos de ventaja sobre Ed Carpenter, que comenzó desde la ‘pole’, y 3.1589 sobre Scott Dixon.

El australiano logró su primera triunfo tras once participaciones en una carrera en la que su mejor puesto fue un segundo en la edición de 2015.

Power sucede en el historial de esta legendaria carrera al japonés Takuma Sato, que este año sólo pudo completar 11 de las 200 vueltas programadas.

Power sobrevivió a los siete accidentes que se dieron durante la prueba, que se corrió en medio de una alta temperatura y que definió gracias a las decisiones acertadas que tomó su equipo.

Todas las decisiones del equipo de Penske fueron las válidas y eso hizo que al final consiguiese una cómoda victoria, sin que tuviese ningún tipo de presión en las últimas vueltas de la carrera.

El triunfo desencadenó una celebración eufórica entre el equipo de Power; el conductor ondeo su puño mientras conducía por la pista, mientras su esposa Liz lloraba durante una entrevista de ABC.

El equipo Penske ganó el campeonato de la serie 2014, y comenzó en la primera fila el domingo por tercera vez en cinco años.

Pero Powel tenía solo un resultado entre los tres primeros en esta carrera antes del domingo, y gritó después de salir de su auto, diciendo «no puedo creerlo» antes de empapar su cabeza con leche.

«Simplemente no puedo creerlo», dijo después de la carrera. «No puedo describirlo. Tengo ganas de colapsar. … No pude dejar de gritar».

Power se puso al frente de la carrera cuando quedaban cuatro vueltas para el final después que el español Oriol Servia y el británico Jack Harvey tuvieron que entrar al pit porque se quedaron sin combustible.

El piloto australiano aprovecho la oportunidad y dio al equipo de Roger Penske el decimoséptimo título en las prueba de las 500 Millas de Indianápolis, mientras que para Power fue su segunda victoria consecutiva esta temporada.

Power había ganado también la prueba previa que se corrió a principio de mes en el mismo circuito de Indianápolis.

El estadounidense Ed Carpenter fue segundo, seguido por el neozelandés Scott Disxon, otros dos pilotos locales, Alexander Rossi y Ryan Hunter-Reay ocupar el cuarto y quinto puesto.

Mientras que el francés Simon Pagenaud entró sexto y el joven piloto colombiano Carlos Muñoz llegó séptimo, siendo el mejor clasificado de los latinoamericanos.

El español Servia, que hizo una gran carrera y que tuvo las posibilidades de conseguir el triunfo, le falló la estrategia a su equipo tras quedarse sin combustible, fue decimoséptimo.

Algunos de los grandes favoritos al triunfo, entre ellos la piloto estadounidense Danica Patrick, que corría su última prueba como profesional, sufrió un choque y tuvo que abandonar la prueba en la vuelta número 68.

Patrick estaba en el puesto 17 cuando perdió el control en la curva 2. Su auto giró violentamente, se estrelló contra un par de paredes y pronto fue sacado de la pista.

La piloto estadounidense se había mostrado nerviosa antes de su última carrera, no se sentía cómoda y luego reflejó la tristeza del abandono.

Patrick se estrelló en lo que era su primera carrera de IndyCar desde 2011 y la que había elegido para poner punto final a su trayectoria profesional que le permitió ser la mujer de más alto nivel en las 500 Millas de Indianápolis (tercera en 2009) y las 500 de Daytona (octava en 2013).

Tras sufrir el accidente, Patrick en declaraciones a los periodistas dijo sentirse devastada por la manera tan poco positiva como había puesto final a su carrera tras haber competido ocho veces en las 500 Millas de Indianápolis.

«Estoy un poco triste», declaró Patrick. «Aunque tengo que reconocer que siento un gran agradecimiento por todos los que me ayudaron y haber podido acabar mi carrera como quería».

Tampoco pudieron concluir la prueba el campeón defensor, el japonés Takuma Sato, que tuvo que abandonar tras chocar contra la parte trasera del auto del australiano James Davison.

Otros corredores con opciones al triunfo que tampoco pudieron concluir la prueba fueron el brasileño Helio Castroneves, del equipo Penske, que chocó en la vuelta número 146; el británico Ed Jones y el francés Sebastien Bourdais.

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