El equipo RUMBO ZERO arranca motores en Madrid y confiesa sus objetivos antes de aventurarse a su segundo Dakar Classic con sus Mercedes G 320


El pasado 15 de enero RUMBO ZERO ya avisó de sus intenciones “Ha sido una gran carrera y vamos a repetirla. ¡Volveremos el año que viene!”, sentenciaba Antonio Gutiérrez al termino de la competición, tras ganar, además, la última etapa.

Y así ha sido, dicho y hecho. Tan pronto como se abrieron las inscripciones el pasado junio, corrieron a formalizar y, finalmente, en Mercedes-Benz Madrid, han presentado el equipo, y nos han compartido con los medios e invitados sus aventuras en el primer Dakar Classic de la historia, así como sus objetivos para esta segunda edición para la que cuentan con refuerzos.

Al RZ 01 de Antonio Gutiérrez y Luis Heras y al RZ 02 de Carlos Vento y Juan Carlos Ramírez, se suma un nuevo hermano nacido en 1985: el RZ 03, que estará tripulado por Quique Mayor y copilotado por Xevi Romero.
Y parece que no estarán solos. La pasada edición, tras las circunstancias por todos conocidas, finalmente fueron unos 25 los equipos que consiguieron competir en la categoría de clásicos. El éxito fue tal, que las inscripciones para esta nueva edición se han multiplicado por seis y se estima la participación de unos 150 equipos (39 españoles) que deberán competir todos con vehículos matriculados antes del año 2000. “La ASO lo ha considerado un éxito y por eso insiste en volver a las raíces”, comenta Juan Carlos.

En el caso de RUMBO ZERO, compiten en la categoría H1 en la que el año pasado quedaron en tercera posición y segundos en su categoría 4×4. Lo harán con sus tres Mercedes G 320 “un coche mítico con una capacidad tremenda y una fiabilidad brutal”, comenta Carlos Vento, que han mejorado para la ocasión:
“Nos hemos pasado de gasolina a turbodiésel por lo que hemos conseguido más fiabilidad. También hemos hecho mejoras en los ejes, en la barra estabilizadora que mejorara la fiabilidad en curva, pero es un coche que tampoco necesita muchos cambios”, añade. “El G es un coche muy robusto, que es lo que nos hace falta en este Dakar: robustez y fiabilidad. No tener que estar pensando en el vehículo, sino en los tiempos, en la regularidad, en el terreno” comentaba Luis Heras ya en la pasada edición.

“Hemos mejorado motor y la caja de cambios que es de cinco velocidades para mayor agilidad, también llevamos una suspensión mejorada y una base mejorada en general”, apunta Antonio. A lo que añade: “Vamos bien preparados. Es una prueba dura y conviene prepararse. El secreto es adaptarse a los horarios. Hay que sacar tiempo para descansar”.

Cuentan con la experiencia de la edición de 2021 que les ha permitido aprender y hacer modificaciones en cuanto a la preparación: “Pinchamos una rueda y a la hora de cambiarla, el tornillo se quedó gripado. Doblamos dos llaves y tardamos una hora en poder resolverlo, así que este año llevamos llave fija de palanca para que no pueda pasar”, confiesa Juan Carlos.

Además, para esta segunda edición llevarán también una asistencia más completa y vehículo de prensa, también nos han chivado. En cuanto a los objetivos de la competición, todos coinciden en que el principal objetivo es llegar al final, pero también el de pasárselo bien y especialmente los nuevos miembros: “Siempre he sido amante de este coche. ¿Quién me iba a decir hace un año que estaría compitiendo con él? Es un sueño. Es una aventura que es una locura. Objetivo llegar al final y pasarlo bien”, comenta Quique.

“Corrí el Dakar en el ’98 con un coche del 98 y ahora repito, pero con uno del 85. Voy a disfrutar sufriendo con el objetivo de pasárnoslo bien y también de que disfruten siguiéndonos”, añade su copiloto Xevi.
En relación al recorrido del circuito paralelo por el que tiene lugar esta categoría de clásicos, se sabe que en esta edición aumentará el porcentaje de arena. Este año irán hacia lo que se conoce como “el cuarto vacío”Rub al-Jali es el mayor desierto continuo de arena del mundo, por lo que la edición viene con experiencias duras de navegación por las dunas. “La competición transcurrirá en espacios abiertos muy grandesy sin referencias, así que la navegación se complica” relata Juan Carlos.

“A eso hay que añadirle la complicación de la regularidad que tiene velocidades concretas y en la que hay que ir con una velocidad media que cambia cada 2 ó 3 kilómetros y hay que ir sin perderse”, añade Luis, aunque también confiesa que “en las etapas de navegación es donde podemos ganar puestos gracias a los G y a nuestra experiencia de más de 25 años, especialmente en arena”.

Antonio ha despejado una de las grandes dudas: ¿se corre en el Dakar Classic?: “Se corre como si nos persiguieran, comenta entre risas. No haces otra cosa más que correr y eso nos sorprendió. ¡No esperábamos ir a esas velocidades!”
Lo que Juan Carlos completa con una anécdota que lo demuestra a la perfección: “En una etapa coincidimos en el mismo tramo de arena con los de velocidad. Los camiones tienen de velocidad límite 140 km/ h y los SBX de 135. Nosotros teníamos una velocidad media de 100 km/ h por hora en ese tramo. Para recuperar podíamos llegar hasta los 140 sin penalizar, es decir, más rápido que los SxS e igual que los camiones”.

A esta aventura hay que sumarle los contrastes de la temperatura, como en todos los desiertos (de día 30-35 grados -este año tendrán algo más de calor porque van más al sur- y por la noche 2 ó 3 grados e incluso negativo alguna vez) y que la duración total de las etapas puede fácilmente superar las 10-12 horas, con distancias totales de hasta 700 km

También coinciden todos en la dureza de la prueba: “En el Dakar no se sale todos los días a la misma hora, ni tampoco llegas a la misma hora. El ciclo de vida es complejo y hace que la prueba tenga suma dureza y que por eso esté reconocida como la carrera más dura del mundo y ¡a por ella vamos!”, exclama Juan Carlos. “La experiencia es muy dura, pero, como todas las competiciones intensas, te hacen repetir”, admite Antonio. “La dureza del Dakar es que cada día vuelves a una situación nueva, un tramo nuevo, una competición nueva. Es como una droga” concluye Carlos.
Quedan 43 días para que comience la aventura del Dakar 2022 y apenas una semana para que embarquen sus coches en Marsella. ¡El contador ya está en marcha!

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