El Autódromo de Terramar se inauguró el 28 de octubre de 1923 para la celebración del Primer Gran Premio de España de Fórmula 1. Fue inaugurado por el Rey Alfonso XIII (gran apasionado al motor), Miguel Primo de Rivera y el promotor de la urbanización de Terramar en Sitges, Francesc Armengol. Fue diseñado por el arquitecto Jaume Mestres Fosas con un presupuesto de 4 millones de pesetas y se solo tardaron 300 días en construirlo por completo. En el momento de su inauguración, solo había tres instalaciones similares en todo el mundo: Brooklands (Gran Bretaña), Monza (Italia) e Indianápolis (EEUU). Ninguno de ellos ha mantenido su diseño original sin variaciones.
El Autódromo de Terramar tiene una longitud de 2 kilómetros, una anchura de pista de 20 metros y el trazado está compuesto por planchas de hormigón. Sus peraltes van de los 60 hasta los 90 grados de inclinación.
La deuda que generó su construcción obligó al embargo de la recaudación de entradas y esto tuvo como consecuencia que no se pudieron pagar los premios a los vencedores, por lo que la Federación Internacional del Automóvil (AIACR) prohibió que se volviesen a celebrar pruebas puntuables.
En 1932 las instalaciones fueron compradas por el aristócrata y piloto Edgar de Morawitz, quien organizó algunas carreras y exhibiciones e incluso el Campeonato de España de Motos hasta que, en 1956, quedó en desuso.
El año pasado, los pilotos Carlos Sainz jr y Miguel Molina rodaron un vídeo con Audi y Red Bull en el óvalo del Autódromo de Terramar y, el pasado mes de septiembre, Jorge Lorenzo también condujo un Porsche en el legendario trazado.
El futuro de Terramar
Ahora que el Autódromo de Terramar acaba de cumplir 90 años desde que se construyó en las inmediaciones de la localidad de Sant Pere de Ribes, a 40 kilómetros de Barcelona, en la provincia de Garraf, una iniciativa privada ha decidido devolverlo a la vida. A pesar de que lleva cerrado e inactivo desde 1956, los actuales propietarios, la empresa VIP Terramar SL, lo conservan en su estado original. Al tratarse de una finca privada, está cerrado y no se puede visitar actualmente sin permiso explícito de sus propietarios. Sin embargo eso es algo que va a cambiar muy pronto.
Se acaba de presentar el proyecto para resucitar el Autódromo de Terramar y las obras podrían comenzar en el próximo mes de abril de 2014. El proyecto es restaurar completamente la pista oval (que se mantiene con sus planchas de hormigón de 12 centímetros de espesor) y hacer un complejo lúdico en su interior que albergará un hotel, un centro comercial, zona de ocio y un museo del automóvil. Además, está prevista la construcción de una pista de karting de 3 kilómetros acondicionada para acoger pruebas de primer nivel mundial y actividades de formación vial, el cual estará situado en el terreno adyacente al óvalo. La idea no contempla acoger pruebas de automovilismo en la pista principal, ya que se trata de una instalación que no está acondicionada para ello, pero los trabajos de restauración permitirán, igualmente, un uso lúdico. Incluso la tribuna principal será rehabilitada manteniendo su estructura arquitectónica y actualizando su imagen.