El francés Johann Zarco (Kalex) hizo valer su superioridad en la categoría para sentenciar con autoridad su segundo título mundial consecutivo de Moto2, el único piloto que ha logrado defender con éxito el cetro del orbe, tras plantear una estrategia de carrera perfecta, sin asumir riesgos al principio de la misma, esperando el momento decisivo para doblegar a sus rivales de turno y una vez hecho esto, enfilar directo hacia su segundo título.
Zarco dejó entrever sus ganas de proclamarse campeón del mundo venciendo la carrera desde ocho vueltas antes de su conclusión, cuando comenzó a atosigar a Morbidelli, a quien le fue enseñando la rueda de su moto en varias ocasiones hasta que un giro más tarde, en el decimocuarto de los diecinueve programados, le adelantó y se marchó en pos de la victoria sin que Thomas Luthi o Alex Rins pudiesen hacer nada por evitarlo.