Definitivamente Jorge Lorenzo y la lluvia no se llevan bien.
La pista mojada ha sido una amenaza para el español durante toda la temporada (también se dice que la cosa viene de más atrás, especialmente desde aquella fractura de clavícula en Assen en 2013). Sin ir más lejos, Lorenzo bromeaba en la rueda de prensa posterior al Gran Premio de Aragón con que había estado rezando al ver que amanecía muy nublado sobre el circuito de Motorland, aunque finalmente la carrera se disputó en seco y él consiguió una impecable e importante victoria.
Este fin de semana, en el GP Japón 2015 [puedes leer: crónica de la carrera de MotoGP en Japón] Lorenzo dice que le ha faltado más lluvia para ganar. Que posiblemente habría ganado en seco (desde luego fue el más rápido en clasificación) y que también habría ganado con más lluvia, porque desde el inicio había demostrado que con la pista muy mojada era capaz de abrir hueco sobre todos sus rivales.
Sin embargo, el hecho de que la lluvia haya amainado sobre el circuito de Motegi y que el asfalto se haya secado, ha provocado la caída de rendimiento de los neumáticos de Jorge Lorenzo y, en consecuencia, que haya sido alcanzado y adelantado por Pedrosa y Rossi.
En definitiva, Lorenzo quiere carreras en seco o con mucha lluvia, las medias tintas no le gustan (y no le valen), al menos así ha sido hoy en Motegi. Quizá en el próximo GP con lluvia sea todo lo contrario, o no…
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