Ducati oficializó hoy el fichaje para las dos próximas temporadas del piloto español de Yamaha, Jorge Lorenzo con un comunicado de su equipo de MotoGP en su página web.
«Ducati anuncia que ha llegado a un acuerdo con Jorge Lorenzo para que el piloto español corra los mundiales de MotoGP de 2017 y 2018 con el Desmosedici GP del equipo Ducati», informó la escudería italiana.
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Entre las claves del nuevo futuro del vigente campeón del Mundo de MotoGP se pueden destacar los siguientes puntos:
- El tenso ambiente en Yamaha. Parece que la situación de Jorge Lorenzo en el equipo japonés nunca terminó de engranar. En una primera etapa, con la llegada del balear al equipo en 2008, el liderazgo de Valentino Rossi y el enfrentamiento entre ambos pilotos complicó mucho el ambiente dentro del box azul. Un entorno que no se calmó hasta la salida del italiano al equipo al que precisamente enfoca su futuro Lorenzo: Ducati.
- El retorno de Valentino. Con la vuelta de Rossi a Yamaha, Lorenzo recibió al italiano con buenas palabras pero con muchas reservas. Los roles habían cambiado y ahora, como líder de Yamaha, siempre quedaba la posibilidad de que Rossi, lejos de someterse al final de su carrera, se convirtiera en un complicado e incómodo rival, como así ha sido finalmente. Una situación que, sin duda, ha influido en la negociación con los japoneses, cuya oferta económica parece que tenía pocos flecos que debatir, quizá menos de los que el campeón del Mundo merecía o deseaba.
- La oferta de Ducati. Es conocida la ambiciosa política económica de Ducati a la hora de fichar a sus pilotos. No escatimaron para convencer a Rossi de que se bajara de una moto ganadora para intentar cumplir el sueño tifosi: coronar al 46 en MotoGP con una moto italiana. También compraron a precio de oro el prometedor talento del británico Cal Crutchlow, aunque tampoco funcionó. Y ahora, el cheque que ha decidido el futuro de Jorge Lorenzo ha convencido al español por delante de cualquier otra alternativa.
- El potencial italo-alemán. Desde que Audi compró Ducati en 2012, uno de los proyectos en los que más esfuerzos centraron los alemanes era en recuperar la competitividad de su equipo de MotoGP. Intentaron retener a Rossi con una oferta económica «sonrojante» según el propio italiano, aunque no consiguieron convencerle, seguramente, porque los plazos de desarrollo del proyecto no encajaban con las ambiciones y prisas de un Valentino en el ocaso de su carrera. Por otro lado el potencial tecnológico y financiero que ofrece Audi al equipo italiano se ha empezado a notar especialmente en las dos últimas temporadas. Los alemanes están acostumbrados a ganar allá donde ponen su dinero para correr, ya sea en rallys o Le Mans, por citar los ejemplos más claros, y están disponiendo todo lo necesario para pelear por un título de MotoGP que, por ahora, se resiste.
- El reglamento de la igualdad. Por último, Dorna, promotor del campeonato del Mundo de Motociclismo, está trabajando de forma intensa en las últimas temporadas en igualar las prestaciones de las motos de la parrilla de MotoGP para romper con el dominio de Honda y Yamaha, campeones en 30 de los últimos 33 años (solo Suzuki en 1993 y 2000, y Ducati en 2007 han superado este monopolio). Los reglamentos técnicos de 2015 y 2016 han supuesto un importante paso adelante para mejorar la competitividad del resto de equipos y es de esperar que las próximas normativas sigan en esta línea, aumentando las opciones de que Jorge Lorenzo tenga una Ducati campeona.