En enero, la fotografía del podio de Córdoba nos daba una sensación de déjà vu y no se trataba solo una sensación: Eduard Nikolaev acababa de adjudicarse su tercer Dakar, el segundo consecutivo, en una categoría en gran medida dominada por Kamaz, que ha acaparado 15 títulos en 22 años (8/10 en Sudamérica). La celebración colectiva rusa, con lanzamiento al aire de pilotos y despliegue de banderas incluidos, era fruto del alivio tras el gran susto vivido al final del rally. El joven “zar” que sigue las huellas de Vladimir Chagin contaba con tan solo un segundo de ventaja en la salida de la penúltima especial frente al argentino Federico Villagra, frenado en seco por problemas mecánicos cuando acariciaba un triunfo en casa. El argentino ha digerido ya el mal trago y el Team De Rooy, el único capaz de plantar cara a la supremacía de los camiones azules en los últimos diez años, presenta en esta ocasión un equipo completo.
Tras la pausa en 2018, el dos veces campeón Gerard de Rooy (2012, 2016) retoma el volante con la clara aspiración de ganar. Además de su compañero argentino, el jefe de filas cuenta con Ton van Genugten, que muestra una interesante evolución con 4 etapas ganadas en el último Dakar.
Además de los grandes rivales identificados, Kamaz habrá constatado el aumento de la competencia de altos vuelos. En la clasificación de 2018, sus “primos” bielorrusos del clan Maz, se situaban segundos, detrás de Nikolaev, con Siarhey Viazovich, aunque fuera a una distancia prudencial de 4 horas. No son pocos los pilotos con hambre de más, porque Martin Macik (Big Shock Racing), que a sus 29 años representa el futuro de la disciplina, tiene claras intenciones de seguir con su progreso, tras alcanzar por primera vez el Top 5 en 2018. El clan checo, repartido entre varios equipos, cuenta también con Ales Loprais (Instaforex Loprais Team) o Martin Kolomy (Tatra Buggyra Racint) para suceder a su mentor común, Karel Loprais, que rubricó la última de sus 6 victorias en 2001. Por último, los Países Bajos siguen siendo la nación más representada en la categoría con 10 camiones que pueden aguar más de una fiesta y claras opciones a los puestos de honor: Martin Van den Brink con Mammoet Rallysport, Gert Huzink con Riwald o incluso Gerrit Zuurmond con su Rainbow Truck.
In the future, this may be Ford’s goal, which is making its debut as a factory constructor with two trucks, entrusted to Belgian drivers Peter Van Delm and Yves Rutten. In the meantime, they could give the Sugawara family run Hino a run for its money in the under 10-litre class.