La megafonía del circuito de Assen tiene bien guardado en la memoria el himno español. Desde Angel Nieto hasta Marc Márquez, pasando por Lorenzo Aspar y otros muchos, en más de cuarenta ocasiones la bandera española ha estado en lo más alto del podio. Sin embargo, lo ocurrido este fin de semana es toda una novedad, porque la moto que ha ganado en el circuito de los circuitos lleva tacos en las ruedas y el piloto que lo ha hecho es la máxima esperanza que nuestro país jamás ha tenido en el deporte del motocross: Jorge Prado García.

El Gran Premio de Holanda lleva tres años celebrándose en el TT Motodrome de Assen. La catedral mundial de MotoGP es desde entonces también una relevante cita del Mundial de motocross. El ejercito holandés lleva hasta la mítica pista centenares de camiones de arena para que durante una semana las excavadoras y apisonadoras den forma en torno a la chicane y la recta de meta a uno de los trazados más espectaculares del calendario. La prueba es además la penúltima del campeonato y en este caso ha servido para coronar al italiano Antonio Cairoli como campeón del Mundo en MX1. Assen es además una pista talismán para Prado, quien en su primera participación en 2015 conquistó el título Europeo de 125 c.c.; en la segunda, en 2016 debutó en el Mundial de MX2 subiéndose al podio en una carrera memorable, y ahora, en 2017, ha seguido su trayectoria ascendente logrando la victoria absoluta en el Gran Premio.

Ya en la jornada del sábado Prado se había mostrado plenamente recuperado del golpe de calor que le obligó a abandonar el Gran Premio de USA en Jacksonville. La vuelta rápida en los entrenamientos cronometrados y un séptimo puesto en la manga clasificatoria tras una mala salida, le situaban bastante arriba en las apuestas. Al caer la valla de la primera manga Jorge arrancó bien, pero no pudo conseguir el holeshot: «Escogí el interior de la pista y estaba mucho más húmedo que el exterior, con lo cual me adelantaron varios pilotos». Sin embargo, Jorge, con su talento sobre la arena, sacó rápidamente las garras e inmediatamente se situó a rueda del líder, su compañero Pauls Jonass, e inició con él un «amigable» duelo en el que llegó a adelantarle para liderar la carreras durante algunas vueltas. Los dos habían recibido instrucciones de KTM para evitar incidentes y por eso la sangre no llegó al río, aunque Jonass quiso demostrar con su victoria que por algo lleva la placa roja, mientras que Prado, que llevaba más ritmo que él, dejaba el recado de que en la arena no hay quien le pare.

Desde luego que no le para nadie. Así quedó demostrado en la segunda y última manga en la que Jorge arrancó tercero pero se situó rápidamente tras la estela del británico Conrad Mewse, a quien adelantaría en la quinta vuelta para ya liderar hasta la bandera de cuadros: «Al principio he visto que Mewse lo estaba dando todo y he preferido esperar un poco tras él y cuando se ha desgastado un poco he pasado y ya he podido rodar a mi ritmo y conseguir unos buenos segundos de ventaja sobre el grupo de detrás. Al final de la manga, con los doblados, se me ha acercado Seewer pero he apretado en uno de los tramos para entrar vencedor». Esta es la tercera victoria de la temporada del lucense, quien además ha ganado cuatro mangas, ha subido al podio en cinco ocasiones y ha vencido el oficioso campeonato de «holeshots» con catorce mangas lideradas en la primera curva… es como para estar contento: «Estoy feliz porque en mi primer año en el Mundial, en el año de aprendizaje, creo que están saliendo muy bien las cosas. Es mi tercera victoria y además he ganado las dos carreras de arena, en Lommel y en Assen, algo que para mí es muy especial. Estoy muy agradecido a todos los que me apoyan y a quienes hacen posible esta victoria.»

Del resto de españoles participantes tuvieron suerte desigual: el también gallego Rubén Fernández consiguió puntuar con un brillante 15º en la primera manga y un 19º en la segunda. Jorge Zaragoza en MX2 logró un punto al ser vigésimo en la segunda manga y José Butrón en MX1, saliente de lesión, no pudo puntuar en una pista muy complicada. El fin de semana próximo, en la localidad francesa de Villars sosu Ecot tendrá lugar la última carrera del Mundial 2017 y allí Jorge Prado intentará poner un broche de oro a esta fantástica temporada, la del debut y el aprendizaje. La carrera de Assen forma ya parte de la historia también para las ruedas de tacos y lo hace por la consecución del noveno título del simpático italiano Tony Cairoli, quien fue levantado a hombros por los tifossi mientras sonaban fuegos artificiales en el cielo de la catedral y porque un «españolito» de solo 16 años ha reinado con maestría y soberbia sobre la arena.

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