Esta semana he tenido la oportunidad de visitar la nueva sede de Racing Unleashed en Madrid gracias a la invitación de Julián Rodríguez, piloto y coach de simracing.
Racing Unleashed es una compañía que tiene como CEO a Monisha Kaltenborn, a la que deberías recordar sentada en el muro del equipo Sauber, ya que fue la primera mujer en llegar a ser jefa una escudería de F1.
Y esta de Madrid es la primera racing lounge que la compañía tiene fuera de Suiza. El resto de ciudades donde puedes encontrarles son Zurich, Kemptthal y Affoltern, también en Suiza; en Alemania, Munich y Cham; así como la propia fábrica de los simuladores, en Maranello, Italia.
La sede de Madrid, en la via de servicio de Avenida de Burgos 114 (encima del concesionario de Ferrari de Santogal) dispone de cuatro puestos de conducción. Son simuladores profesionales, firmados por Evotek, con volantes f1 funcionales de fibra de carbono, sistema hidráulico G-Seat para las físicas y arneses de 5 puntos activos que te aprietan al asiento en las frenadas y curvas.
El simulador que se emplea es Assetto Corsa Pro. Por ahora, tiene disponibles monoplazas, aunque próximamente tienen previsto que también se pueda correr con GT.
Racing Unleashed Madrdi está abierto a todo el mundo. Se pueden reservar y comprar turnos en la web, con diferentes paquetes y tarifas que pueden ir desde los 15 euros de una sesión básica de 8 minutos hasta los 1.700 que cuesta la tarifa más alta de afiliado. En este enlace tenéis toda la información de precios.
Si la cosa se te da bien (muy bien), puedes intentar participar en alguno de los campeonatos internacionales que organizan. La inscripción para estas carreras competitivas es de 50 euros y puedes optar a premios desde 5 euros por quedar décimo en la categoría Challenge League, hasta 4.600 euros si te proclamas campeón de la Racer League. Hay una bolsa de 80.000 euros en premios.
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Yo eché un par de tandas de 15 minutos en Montmeló, mi mejor tiempo por vuelta fue de 1:29 y no fui capaz de ni de llegar a calentar los 4 neumáticos a la temperatura correcta, algo de lo que, claramente, tuvo la culpa el suministrador de neumático y no mi pericia al volante. A continuación os dejo una fotos de mi visita. Gracias a Julián y a Carlos por su amabilidad y ayuda, aunque no me extrañaría que me llegue una factura por los 15 o 20 siniestros que me vieron tener en media hora.