Se especula durante estos días con la posibilidad de que Fernando Alonso se tome un año sabático (2015) tras salir de Ferrari y esperar por dos opciones: ver el rendimiento real del nuevo McLaren-Honda en su primer año o esperar para hasta el final del contrato de Lewis Hamilton en Mercedes. Personalmente creo que es mejor no dejar de competir más en estos años de tanto cambio técnico. Doy por hecho que es la mejor forma de mantenerse al día en cuanto a las novedades técnicas y los secretos de su puesta a punto.
Pero también entiendo el factor de desgaste mental que existe ante el riesgo de una nueva temporada en blanco y ahí casi que comulgo con Fernando Alonso. Sobre todo porque él (como ya le hemos oído decir) tiene la suerte de poder elegir el donde, como y cuando.
Dicho esto ¿como sería un año sabático para Fernando Alonso? Independientemente del grado de vinculación que el español pueda tener con alguna escudería (imaginemos un precontrato que le permita acceder al simulador esporádicamente) Alonso tiene algunos frentes abiertos (retos personales) más allá de la Fórmula 1 que pueden tenerle de lo más entretenido.
Para empezar, su proyecto con el equipo ciclista, que sigue avanzando mucho más lento de lo que la envergadura de su figura podría hacer suponer. A Fernando Alonso le está costando abrir las puertas del ciclismo profesional.
Tanto como sacar adelante el complejo automovilístico (uno de los mejores circuitos de karting de todo el mundo y el museo que aloje su colección -entre otras instalaciones-) que lleva años proyectado y que, si nada se tuerce de nuevo, debería estar acabado en los próximos meses en su Asturias natal.
Si Fernando Alonso no corre en la Formula 1, tened por seguro que le tocará madrugar a menudo por estos quehaceres.
En lo deportivo, me tira más la pasión que la razón para opinar, porque me gustaría mucho verle correr en Le Mans y, si sus obligaciones contractuales se lo permiten, lo haga a lo grande (seguro que le harían hueco en algún LMP1). Este año dio la salida en La Sarthe y vivió la carrera en directo para terminar de convencerse que lo intentará en algún momento. Ese año sabático puede ser una buena excusa.
Además, la disponibilidad a tiempo completo le permitiría preparar la carrera corriendo algunas otras citas del WEC (Campeonato del Mundo de Resistencia) para ir ‘cogiendo fondo’ en esto de las carreras de 24 horas, donde por cierto, acumularía una nueva experiencia con mecánicas híbridas que también le puede resultar valioso a largo plazo en la F1.
Prost o Lauda dejaron la F1 y ganaron títulos en su retorno, Schumacher y Räikkönen también tuvieron las puertas de los primeros equipos abiertas después de haberse ido. Si Alonso cree que el movimiento táctico más correcto es esperar un año, que lo haga y aproveche para sacar adelante sus proyectos. Pero que, de paso, corra en Le Mans.