Nico Rosberg ha conseguido la séptima pole del año en la clasificación del GP de Bélgica de Fórmula 1 2014.
A estas alturas de la temporada y sumergidos en el fin de semana de la duodécima carrera del calendario nadie puede negar que el alemán ha superado las expectativas con creces.
Es cierto que con la superioridad técnica del Mercedes W05 con respecto al resto de monoplazas de la parrilla a Rosberg se le ha presentado la mejor oportunidad de su carrera para hacer algo grande. Algo tan grande como igualar al título mundial de su padre, Keke Rosberg, en 1982.
Pero no era fácil porque subido en el mismo coche tiene a uno de los grandes killers de la última década. De Hamilton ya está todo dicho y, entre ellos, el británico partía como favorito por su demostrada velocidad, dejando la constancia como el arma fuerte de Nico.
Pasado el ecuador del año, el alemán no sólo lidera la clasificación (haciendo uso de esa regularidad), sino que le ha dado la vuelta al pronóstico y desde hace varias carreras también es más rápido que Hamilton los sábados. Nico se ha guardado en el bolsillo las décimas que se le cayeron a Lewis en algún momento de la temporada. Casi diría que, a pesar de haber vuelto a ganar, Lewis no ha superado psicológicamente el mosqueo y bloqueo de aquel ‘piscinazo’ de Rosberg (fingido o no) en la QF de Mónaco.
A este Mundial le queda mucho, y casi todo se seguirá repartiendo entre los Mercedes, pero, visto lo visto, ahora mismo Rosberg es mucho más favorito que Hamilton. Incluso si llegaran a jugarse el título con los últimos 50 puntos de Abu Dabi en el último asalto. Una situación por la que el británico ya pasó en 2008 y que sería nueva para el alemán. Pues incluso allí, parece que Rosberg cometerá menos fallos que Hamilton.
