Chase Carey y el presidente de Cataluña,Quim Torra, se reúnen para iniciar la negociación de la renovación de la Formula 1.

Este encuentro pone de manifiesto la voluntad de Catalunya de seguir celebrando el Campeonato del Mundo de Fórmula 1 en el Circuit de Barcelona-Catalunya.

El CEO de la Fórmula 1, Chase Carey, se ha reunido hoy en el Parlamento de Cataluña con el presidente, Quim Torra, junto con el presidente del Circuit, Vicenç Aguilera, para iniciar oficialmente el proceso de negociación para renovar el contrato del Circuit de Barcelona-Cataluña con la Fórmula 1. El encuentro pone de manifiesto la voluntad de Cataluña de seguir celebrando el Campeonato del Mundo de Fórmula 1, la categoría reina del automovilismo.

El Gran Premio de España de Formula 1 se celebra en el Circuit de Barcelona-Cataluña desde el año 1991 y se ha posicionado como un evento único que no solo satisface a los aficionados de la competición de motor, sino que también enriquece al territorio y le da proyección mundial, situando a Cataluña en el mundo.
 
La celebración del Gran Premio de España de F1 genera grandes oportunidades para el sector del motor, la sociedad y el país, con 163 millones de euros de impacto económico. Con 172.144 espectadores en el año 2018, la media de gasto de los asistentes supera los 1.000 euros por persona y el gasto que se hace en la ciudad de Barcelona es de 28,4 millones de euros. Alojamiento, restauración, actividades de ocio, transporte y muchos más sectores que se ven dinamizados por el GP de España de Fórmula 1. Más allá de ser un motor de actividad económica y social, el Gran Premio también genera un gran impacto mediático: más de 900 medios de comunicación cubren el evento deportivo, convirtiendo el Circuit de Barcelona-Cataluña en el foco de atención mundial.

Por lo que respecta a la generación de oportunidades durante el año, el impacto total sobre la producción de la actividad del Circuit de Barcelona-Cataluña supera los 291 millones de euros; el total de puestos de trabajopotencialmente generables para la actividad, la inversión y los gastos de los espectadores es de 2.754; y el impacto fiscal total supera levemente los 42 millones de euros, según un estudio del Tecnocampus.

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