En la Europa que ha dispuesto el mayor paquete de estímulo de la historia para avanzar hacia un modelo
económico más ecológico, digital y resiliente, hay quienes sueñan a lo grande.

LIUX, una startup española fundada hace poco más de un año, tiene la ambición, el conocimiento y las
ganas para formar parte de este grupo. Una veintena de jóvenes ingenieros, emprendedores,
diseñadores, arquitectos, mecánicos y expertos en tecnología han aunado esfuerzos y ganas en una
solución que puede revolucionar la forma de entender la movilidad y la industria de la automoción.
En medio de la vorágine regulatoria y la urgencia social para descarbonizar, fomentar el reciclaje, la
economía circular y racionalizar el uso de recursos o los hábitos de consumo, LIUX apuesta por
aprovechar la innovación para simplificar el concepto de fabricación del automóvil bajo estrictos criterios
medioambientales.

Bajo el concepto de la “movilidad plena”, los responsables de esta startup han diseñado el que será el
primer coche de origen vegetal de la historia. Los materiales utilizados en la fabricación de la carrocería,
el interior y parte del chasis son biopolímeros y bio composites basados en fibras y resinas naturales, y la
base del proceso productivo es la impresión 3D.

“Buscamos la simplicidad, queremos centrarnos en el valor y eliminar todos los elementos superfluos.
Nuestros coches utilizan componentes sencillos y fáciles de montar, desmontar, reparar y/o reciclar, lo
que nos permite reducir las piezas y los materiales en un 25 por ciento respecto a un automóvil
tradicional”, explica David Sancho Domingo, uno de los fundadores de la startup.

Uno puede imaginar que la sencillez no aplicará probablemente a las formas del vehículo dado que
David, diseñador reconocido internacionalmente, ya compartió otro gran sueño cuando en 2017 presentó
en las 24 horas de Lemans el Bóreas, el primer superdeportivo híbrido español de 1.000 CV de potencia.
Pero esta vez la ambición tiene un carácter más pegado a la comunidad, con otra característica insólita
en los demandados motores eléctricos: el uso de un sistema modular de baterías que permite la
extracción sencilla, sustitución, reutilización, reciclaje o ampliación en función de las necesidades.
“Los paquetes de baterías son autónomos y extraíbles, pueden utilizarse y heredarse en diferentes
coches y segmentos de LIUX o emplearse para autoconsumo. Puedes comprar tu coche con 2 battery
packs y más tarde instalarle otros dos para duplicar tu autonomía, o si te compras otro LIUX, heredas tus
baterías y te las ahorras”, señala Antonio Espinosa de los Monteros, la otra mitad del origen del proyecto
y con amplia experiencia en sostenibilidad e impacto social.

La tecnología propia en base a impresión 3D con materiales ligeros, facilita la producción de moldes y
piezas de la carrocería y el chasis que reducen los tiempos de fabricación, el consumo energético y las
emisiones de CO2 un 70%.

LIUX ha aprovechado la jornada de “La Nueva Era de la Movilidad” para realizar su primera presentación
en sociedad y una especie de teaser con el lanzamiento de una web que esconde cuidadosamente las
formas del vehículo. La marca se guarda algunos ases en la manga que, prometen los fundadores,
desvelará a lo largo de los próximos meses para completar su visión sobre el futuro de la movilidad.

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