La escudería Mercedes presentará mañana en el circuito de Cataluña (Barcelona) su nuevo híbrido W07 con el que pretende defender su liderazgo en Fórmula 1 y dar a Lewis Hamilton el que sería su cuarto título de campeón mundial, el tercero consecutivo. Aunque los alemanes han aprovechado la víspera para desvelar las primeras imágenes oficiales del nuevo monoplaza. Este es el aspecto del nuevo Mercedes AMG F1 W07 Hybrid para la temporada 2016 de Fórmula 1:
«Aspiramos a lo óptimo», indicó el director ejecutivo de Mercedes, Paddy Lowe, a través de un comunicado, el que se recuerda que en 2015 se lograron 16 victorias de un total de 19 pruebas, pese a algunos deslices, como en Singapur.
El objetivo de la escudería es «identificar» los déficit existentes y mejorar en todas las áreas para conseguir lo que Lowe define como «excelencia».
Powell admite que es «difícil» lograr una revolución completa cuando las reglas se están manteniendo prácticamente estables, pero apunta a la posibilidad de ir haciendo «pequeñas revoluciones» y buscar soluciones en aspectos como la suspensión.
El aspecto exterior del bólido puede ser muy similar, pero en su interior habrá esas pequeñas revoluciones a las que alude el director ejecutivo de la escudería.
Reconoce asimismo Powell que las posibilidades de mejorar el rendimiento son pocas tras una temporada en la que se lograron 32 de los 38 puestos en el podio, así como 18 pole positions y el 86 % de los puntos posibles, lo que indica que el equipo se encuentra en un momento «superlativo».
El responsable de la escudería compara el trabajo que se ha hecho con el nuevo híbrido con un puzzle, en que a cada pieza le corresponde un grado de mejora para el optimizar el conjunto.
El nuevo bólido de Mercedes completó el pasado viernes sus primeras vueltas de prueba en Silverstone, primero con el alemán Nico Rosberg y luego con el tricampeón mundial Hamilton.
En el circuito de Barcelona se desarrollarán este lunes cuatro sesiones de prueba, con la intención de optimizar aún el modelo, en caso de ser necesario, lo que significaría un nuevo gran desafío. La temporada arrancará 25 días después, lo que deja un margen muy corto para esas eventuales mejoras.
«Es una ventana muy, muy pequeña», admite Lowe, que recuerda que el año pasado se dispuso de 45 días entre las pruebas y el inicio de la temporada.
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