Tengo un problema. No es nada grave, ni reciente. Me viene de hace un año, más o menos, y está claro que puedo vivir con él. Pero es incómodo y nunca antes había hablado sobre él.

El tema surge en el Salón de Ginebra de 2013. El Ferrari más esperado de la década, el más potente de la historia, el primer híbrido… nace con un nombre incómodo (que no feo): LaFerrari.

Hablamos de un coche muy conocido y, a la vez, nada popular. Apenas 499 personas en todo el mundo van a poder preguntar por él en un concesionario. Así que no necesita un nombre comercial, aunque debería tenerlo. Tampoco es que no lo tenga. De hecho, es infinitamente más explícito que el de algunos de sus predecesores como F40 o F50, que suenan más a aviones de combate que a coches, pero yo, personalmente, los prefiero.

¿Entonces? Si el nombre no es feo, ni tiene por qué ser sugerente y es funcional… «¿Qué cojones te pasa con el nombre de LaFerrari?» – me preguntarás -.

Me explico. No hay forma de hablar o escribir sobre este coche sin dudar de su género. «¡Vaya, qué problemón! (menudo gilipollas)» estarás pensando. Y llevas parte de razón. No es que tenga uno aparcado en el garaje o que salga continuamente en las conversaciones en casa, pero es uno de los coches más deseados del mundo (me declaro fan, a pesar de todo) y eso significa que todo lo que gira a su alrededor es noticia. Y aquí viene el lío:

– «El nuevo Ferrari LaFerrari»
– LaFerrari, el Ferrari más potente de todos los tiempos
Fernando Alonso prueba el LaFerrari en Fiorano
– Kimi Räikkönen hace un trompo con el LaFerrari
– El LaFerrari de Felipe Massa cazado en Mónaco
– Primer accidente de un LaFerrari

Espera, que la cosa suena aún mejor en plural:

Cristiano Ronaldo se quedará uno de los LaFerrari

Son titulares o frases que todos los que nos dedicamos a esto de la información del mundo del motor hemos tenido que afrontar en algún momento (después de resoplar varias veces) a lo largo del último año y pico. Por no hablar de nuestros minuciosos asesores SEO y su mandamiento de no repetir palabras en titulares por aquello de que a Google se le atragantan esas cosas.

No se quien sería el lumbreras que se apuntó el tanto en Maranello el día del bautizo, ni que pretendían realmente con ello ¿un nombre inolvidable? Está claro que,en ese sentido, dieron en el clavo, pero a algunos nos hicieron un flaco favor.

Lógicamente no tiene nada que ver, pero si fue ocurrencia de Montezemolo, no me extraña que esté en el paro.

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