¿Qué estrategia tendrá que llevar a cabo Fernando Alonso si quiere ganar las 500 Millas de Indianápolis? Para los aficionados que se acerquen por primera vez a esta mítica carrera, (atraídos o no por la presencia del piloto español) descubrirán un formato de competición que nada tiene que ver con el de las pruebas a las que estamos más habituados en el automovilismo europeo.

La Indy 500 consta, precisamente, de ser el más rápido en recorrer 500 millas (unos 800 kilómetros) dentro de los 4,023 kilómetros de longitud que tiene el International Motor Speedway, lo que significa dar exactamente 200 vueltas al óvalo. Por reglamento, la carrera debe durar, al menos, dos horas y media, aunque no es extraño que se superen las 3 horas.

¿Qué hay que hacer para ganar una carrera como esta? Analicemos los cinco puntos en los que Fernando Alonso no podrá fallar si quiere conseguir su primera victoria en las 500 Millas de Indianápolis.

1. Puesta a punto

Es importante tener en cuenta que entre el día de clasificación y la carrera hay siete días de diferencia (con dos sesiones de entrenamientos más por medio) por lo que la puesta a punto del coche entre ambos días puede ser radicalmente distinta. Fernando Alonso tendrá que dejarse asesorar por sus ingenieros y consejeros, como es el caso del ex piloto Gil de Ferrán, para sentirse lo más cómodo posible con un coche al que aún está conociendo, una pista con condiciones completamente diferentes a las de la semana pasada (más suciedad fuera de la trazada, posibles cambios de temperatura y humedad, etc) y ante una carrera en la que no ha corrido nunca.

2. La salida

Otro de los puntos críticos será la arrancada. Tras cuatro vueltas de formación, ordenados en 11 filas de 3 coches, por detrás del coche de seguridad (aquí llamado Pace Car), los pilotos pueden acelerar a fondo una vez crucen la línea de meta. Estos primeros instantes de carrera son cruciales y donde hay muchas posibilidades de que haya roces o accidentes intentando coger o ganar posiciones. En este sentido, Fernando Alonso tiene mucho ganado para librarse del grueso del pelotón al salir en quinta posición, pero también tiene por detrás a grandes especialistas de la carrera que atacarán sin compasión desde la primera vuelta. Y no hay que olvidar que durante los años de Alonso en la F1, las parrillas no ha sido de más de 24 monoplazas, cuando aquí serán 33. Nervios, depósitos llenos, neumáticos fríos… sin duda, será uno de los momentos más tensos de la carrera. No obstante, los hombres que salían desde la pole ganaron 20 de las 100 ediciones disputadas, mientras que los que arrancaron en quinta posición (como Alonso) lograron 34 victorias.

3. Coche de seguridad

En las 500 Millas de Indianápolis el coche de seguridad suele tener bastante trabajo y no es raro que aparezca a lo largo de la carrera entre ocho y diez veces ya sea por accidentes, suciedad en pista (no es raro que salten trozos de los monoplazas y los comisarios tengan que retirarlos) o cualquier tipo de imprevisto. Recordemos que si llueve, la carrera puede ser suspendida. Solo cuando estén reagrupados y en fila de uno detrás del coche de seguridad, los pilotos pueden aprovechar estos periodos para entrar en boxes, por lo que suele haber mucho tráfico en el pit lane y es normal que entren 10 o 15 coches a la vez, así como varios de un mismo equipo.

4. Paradas en boxes

Sin salirnos de los boxes, cada piloto realiza unas 8 paradas en total para cambiar neumáticos (los actuales aguantan unas 30 vueltas) y repostar combustible, una operación en la que se pueden gastar unos 7 segundos, más otros 18 que se pierden entrando y saliendo de boxes. En este caso juega un papel clave la estrategia que Fernando Alonso lleve a cabo con respecto a la de sus rivales ya sea para marcar sus paradas o para ganarles tiempo en pista.

 

5. Gestión de neumáticos y combustible

También relacionada con la estrategia de carrera está gestión de neumáticos y combustible que realice el propio piloto. Recordemos que se trata de ir a fondo (o lo más rápido posible) durante 200 vueltas. Para ello, los monoplazas disponen de seis velocidades, normalmente las tres primeras son para la aceleración y la cuarta, quinta y sexta, para marcar los ritmos de carrera. En una velocidad inferior siempre habrá más consumo de combustible y neumáticos para mantener la máxima velocidad posible. Por otro lado, aprovechar los rebufos de los rivales puede ayudar mucho a avanzar metros sin forzar la mecánica y optimizar recursos. Será uno de los aspectos más difíciles de gestionar para un novato, aunque hacerlo bien en este sentido puede traer grandes ventajas, como rodar más tiempo descargado o parar menos en boxes.

Lógicamente, en las 500 Millas de Indianápolis Fernando Alonso tendrá que enfrentarse a decenas de situaciones que estén más allá de este breve análisis, incluido el imprescindible factor suerte, ya sea para no cometer un error propio o para no ser afectado por un error ajeno. Pero en todo caso, la conocida capacidad de gestión de carrera y concentración del asturiano serán de gran ayuda ante el reto de ganar una carrera como no la ha corrido nunca antes.

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