Hace unos días dijo que si conseguía un podio en su primera prueba en el Mundial, volverían él y toda su familia llorando a casa. Para él era más que un sueño, pero era consciente de la dificultad que ese reto conllevaba. Tras la lesión que le impidió debutar en Lommel, su ciudad de residencia, Prado llegaba al circuito artificial construido sobre la recta y el paddock de Assen con toda la motivación del mundo, dispuesto a dar la campanada. Y bien que la dio. Ya el sábado con su tercer puesto en los entrenamientos cronometrados y su aplastante victoria en la manga clasificatoria, Jorge puso el sello de su talento y dejó boquiabiertos a pilotos, periodistas y aficionados, que no daban crédito a lo que ese chaval de quince años acababa de hacer. Pero no todo iba a ser un camino de rosas hacia el podio. El domingo amaneció diluviando en Assen y como si la marea hubiese subido, la arena quedó convertida en un resbaladizo y peligroso barrizal. Eso no impidió que el español volviese a mostrar su especial aptitud para las salidas consiguiendo el «holeshot» y liderando la carrera durante toda la primera vuelta, hasta ser superado por el americano Covington que terminaría ganando una manga plagada de caídas e incidencias . Prado fue cauteloso y supo interpretar lo que su mecánico escribía en la pizarra «Inteligencia, no caídas», fue perdiendo posiciones y al menos consiguió cruzar la meta en el puesto 12º: «Por encima de todo no quería caer, ya me había dado algún susto en las primeras vueltas y yo no me jugaba nada como para arriesgar una caída en mi primera manga». Mientras un «maduro» Prado sumaba sus primeros puntos, otro español, Iker Larrañaga lograba un meritorio sexto puesto.


Ya en la segunda manga, tras algunas horas de sol y el paso de varias carreras, la pista se fue secando algo y volvía a parecerse a ese arenal que el sábado había visto triunfar al lucense. El de Red Bull-KTM volvía a arrancar primero consiguiendo el tercer «holeshot» del fin de semana, e intentaba abrir hueco sobre sus rivales. Solo uno pudo seguirle, su compañero y líder del Mundial Jeffrey Herlings que no quería dejar escapar la posibilidad de ganar ante su público y que tras varias vueltas de pugna con el que está llamado a ser su sucesor, consiguió una merecida victoria. Prado se mantuvo a una distancia prudencial y defendió su posición en las últimas vueltas frente al inglés Max Anstie y el holandés Brian Bogers, consiguiendo esa trabajada segunda posición que le daba acceso al tercer escalón del podio en su debut mundialista: «Todavía no me lo creo, ha sido el fin de semana perfecto, por las salidas, por la manga de ayer, por saber aguantar en unas condiciones muy complicadas en la primera manga y por esta segunda manga que me ha traído hasta el podio. He disfrutado mucho y estoy feliz».-Comentaba un exultante Jorge Prado momentos después de bajar del podio despedirse de su equipo y subirse a la auto caravana familiar que les llevará de vuelta a casa tras su primer Gran Premio, repasando anécdotas, recordando los mejores momentos y llorando, todo como lo había previsto el chaval.

Fotos: Juan Pablo Acevedo (MX1Onboard)

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