Este fin de semana hemos sido testigos de un momento histórico. La victoria de Fernando Alonso en las 6 horas de Spa 2018 es algo más que un triunfo deportivo. Es el nuevo episodio del último regalo que ha dado el asturiano a todos los que le siguen y admiran desde que aún se pagaba en pesetas…

Ya el año pasado vimos de lo que podía ser capaz más allá de la Fórmula 1, con su participación en las míticas 500 Millas de Indianápolis. Y no lo digo por el resultado, si no por cómo consiguió arrastrar a millones de personas a asomarse a un evento absolutamente desconocido para ellos.

Este año tenemos el segundo capítulo de esta preciosa aventura a la que podríamos titular “En busca de la Triple Corona” y que, como ya muchos sabéis, consiste en ganar las tres carreras con más prestigio del mundo: el Gran Premio de Mónaco de Fórmula 1 (que ya la tiene), las 500 Millas de Indianápolis (que lo intentó en 2017 y ha prometido volverlo a intentar en otro momento) y las 24 horas de Le Mans, objetivo de este año y con la oportunidad, ya firmada, de repetir en 2019.

El primer paso para ser campeón en Francia el próximo domingo 17 de junio ya está dado: Alonso está en un equipo ganador, Toyota, y han empezado con victoria en su primera carrera juntos. Pero recomiendo a todos los que vayan a debutar junto al asturiano en esta nueva categoría tener en cuenta estas breves instrucciones. Porque, como en cada cosa que hace Fernando Alonso desde que es quien es, habrá mucho ruido durante los próximos meses y es interesante que todos tengamos claro de lo que hablamos. Prometo no ser demasiado plasta.

No es solo una carrera, es un Campeonato del Mundo

Aunque las 24 horas de Le Mans es la gran cita del año, el campeonato se compone de varias pruebas, empezando por la de Spa, que se acaba de disputar, y con la novedad de que este año las pruebas puntuables llegarán hasta 2019, razón por la que se le ha llamado “Superseason” o, traducido, supertemporada:

  • 5 mayo 2018. 6h Spa-Francorchamps (Bélgica)
  • 16-17 junio 2018. 24 horas de Le Mans
  • 19 agosto 2018. 6h de Silvestone (Gran Bretaña)
  • 14 octubre 2018. 6h de Fuji (Japon)
  • 18 noviembre 2018. 6h de Shaghai (China)
  • 16-17 marzo 2019. 12h Sebring (EEUU)
  • 4 mayo 2019. 6h Spa-Francorchamps (Bélgica)
  • 15-16 junio 2019. 24 horas de Le Mans

Así que Fernando Alonso no solo opta a ganar en Le Mans, incluso en dos veces dentro de la misma temporada, sino que también podría sumar un nuevo título de campeón del Mundo dentro de su palmarés.

Esto no solo consiste en participar en otras carreras en algunos de los pocos fines de semana que la F1 le dejará libres (calendario Fórmula 1 2018), sino que le ha llevado a tomar parte en un equipo con todas las responsabilidades que ello conlleva. Es decir, el asturiano acude habitualmente al simulador que Toyota tiene en Alemania y se prepara como uno más para cada carrera. El proyecto no es ninguna chanza, sino que exige la total responsabilidad de todas las partes, incluida la nuestra, para informar y opinar con rigor y que todos aprendamos juntos a valorar en su justa medida la magnitud de esta aventura. Bajo mi punto de vista, lo que está intentando es algo mucho más difícil que ganar varios títulos de F1 con un coche dominante.

La resistencia es un deporte de equipo

Ya lo dice su nombre: “carreras de resistencia”, aquí gana el que más kilómetros recorre en un determinado tiempo. Las carreras no se determinan por vueltas, sino por tiempo. El que más distancia completa durante un número de horas concretas es el ganador y para eso es imprescindible el trabajo en equipo y no solo por el simple hecho de que sean tres los pilotos por cada coche.

Un ejemplo bastante gráfico de todo esto nos lo dio Ford en su primera victoria en Le Mans en 1966, la cual tiene, además un lado muy romántico del que ya hablaremos en otra ocasión. La historia fue que Ford llegó a la última vuelta con dos coches en cabeza y un tercero con alguna vuelta perdida. En busca de la foto perfecta, se ordenó desde el muro que los tres coches se agrupasen y cruzasen la meta a la vez y esto provocó que, por tanto, el ganador de la carrera no fue el líder, sino el que más atrás había tomado la salida en la parrilla, por ser el que más distancia había recorrido hasta la bandera a cuadros.

Por otro lado, hay una frase bastante popular en el mundillo (perdonad que no recuerde el autor) que dice que para ganar las 24 horas de Le Mans necesitas tres coches: uno que se rompa, uno que se accidente y el que gana. Todo esto lo comento porque hoy, solo un día después de la victoria en Spa, está circulando la noticia de que Toyota dio órdenes de equipo para facilitar la victoria del español en su primera carrera, por delante del otro coche de sus compañeros de equipo, que en las últimas vueltas era claramente más rápido.

En resistencia se corre así, todos al servicio de todos

En realidad, si buscamos la información más precisa, lo que pasó fue que el coche de Alonso (8) lideró toda la carrera y estaba ya programado que la lucha por la victoria estaba permitida entre ambos hasta la última parada en boxes. Después de eso, era prioritario llegar a meta y asegurar el doblete con ambos coches.

Así es y así va a ser siempre. Y en otras ocasiones puede ser perfectamente el asturiano el perjudicado. No hay más debate. Polemizar con algo que forma parte del propio ADN de esta categoría, solo es intentar confundir a la gente. En resistencia se corre así, todos al servicio de todos.

No todo van a ser alegrías

En las carreras de resistencia no solo es mayor la duración de las pruebas (la Fórmula 1 está limitada por reglamento a 2 horas de carrera o 300 km en el caso de que se interrumpa), sino que también se amplifican exponencialmente todos los factores que hacen imprevisible y apasionante esta modalidad del automovilismo.

Así que los que lleguen por primera vez a esta categoría deben prepararse para lo mejor y lo peor y rara, muy rara, es la carrera que transcurre sin sustos o incidentes. Quiero decir que quizá Alonso sufra un accidente en la primera vuelta y acabe ganando la carrera, o que la lidere durante 24 horas y la pierda en la última curva por culpa de un piloto doblado. Prepárate para emociones fuertes y quizá algunos disgustos, aún más fuertes…

Que la noche no te confunda

Posiblemente tú también vayas a ser uno de los muchos que estarán plantado frente al televisor el próximo sábado 16 de junio para ver la salida de la carrera a las 15.00 horas. Si es tu primera vez ponte cómodo y no hagas demasiados planes. Las 24 horas de Le Mans se podrán ver en abierto en algunos tramos a través del canal DMAX y completa en Eurosport, con los comentarios en español de Javier Rubio, Tomás Saldaña, Santi Ayala y un completo equipo de colaboradores e invitados que irán haciendo ronda a lo largo del día (puedes suscribirte para solo un mes y ver todo en el móvil, tablet y pc por 6,99 euros, más fácil imposible).

Para ganar esta carrera hay que pilotar a 350 km/h por una carretera de dos carriles

Quizá, según vayan las cosas, después de cenar pienses que ya habrás visto suficiente y que basta de carreras por hoy, que mañana aún tienes tiempo de sobra (hasta las 15.00 del domingo) para ver cómo acaba. Total, qué puede pasar… Pues déjame decirte que estarás cometiendo un grave error porque te habrás perdido uno de los momentos más mágicos del automovilismo mundial. Esto no tiene nada que ver con las carreras nocturnas de la F1, a la luz de los 1.500 focos de Baréin, Singapur o Abu Dabi.

No esto es “la noche Le Mans” y en la mayoría de los 13 kilómetros del legendario circuito de La Sarthe hay las mismas farolas que en la carretera que va a tu pueblo. De hecho, el circuito tiene una parte como tal y otra que solo se abre para esta carrera y que discurre por las carreteras de los alrededores. Si amigo, para ganar esta carrera hay que pilotar a 350 km/h por una carretera de dos carriles.

Volviendo a lo de la noche, para el que corre es un reto, muchos han sido los pilotos de Fórmula 1 que han sentido pánico en sus primeras experiencias nocturnas. Son horas realmente complicadas en las que el cansancio empieza a dejar huella en pilotos y mecánicos justamente cuando peores son las condiciones. Y eso sin que llueva, que también es raro que no pase. Momento de errores y de cambios drásticos en la clasificación. Momento de ver a unos durmiendo en los boxes y a otros trabajando a destajo a su lado. De todas formas, cuando empieces a ver los discos de freno al rojo vivo y los adelantamientos en plena noche me extraña que quieras irte a la cama.

Peligro, hora punta

En las carreras de resistencia corren, a la vez, cuatro tipos de coches. Dos son categorías de prototipos, los LMP1 y LMP2, mientras que las otras dos son de Gran Turismo: GT Pro y GT AM. En total, son 55 coches. La diferencia de prestaciones entre todos ellos es tanta como para justificar que cada uno corra para ganar su propia categoría, aunque lógicamente, hay un vencedor absoluto que, salvo catástrofe, será un LMP1, justamente donde corre Alonso.

Pero como hemos dicho, todos corren a la vez. Quizá no le veas mucho sentido a esto, pero te aseguro que el espectáculo en pista es soberbio. Tanto por las diferentes batallas que se dan a la vez como por la dificultad que supone para todos los pilotos convivir al mismo tiempo y durante 24 horas con coches muchos más rápidos o mucho más lentos.

No solo vamos con Alonso

Que Fernando Alonso se haya embarcado en esta aventura es una gran noticia para todos porque como hemos comentado, va a atraer al gran público a una nueva disciplina y todos ganamos con eso. Pero sería absolutamente injusto olvidar que ni es el primer español que va a correr en Le Mans ni estará solo en la carrera. De hecho, si lo consigue, tampoco será el primer español en ganarla ya que Marc Gené ya lo hizo en la categoría absoluta en 2009 y su gran amigo, Antonio García, tiene nada menos que tres títulos en la categoría GT y lo volverá a intentar este año con su Corvette, con el que, por cierto, se ha convertido en uno de los mejores equipos americanos de la década. En unos días sabremos si alguno más confirma su presencia.

Bienvenido a “La Resistencia”

Creo que como introducción es suficiente. Queda más de un mes para las 24 horas de Le Mans y aún hay tiempo de ir desgranando todos los detalles de la que es considerada la carrera más importante del mundo.

He intentado arrancar con las mismas explicaciones que le daría a un amigo que me pregunta por primera vez por el tema y lo he hecho porque, para los que ya conocíamos la resistencia antes de que cayera el meteoro Fernando Alonso, están siendo unos días realmente apasionantes. Una emoción parecida a si un día a Michael Jordan le da por tirar unas canastas en las pistas de tu barrio (perdóneme los compañeros más eruditos por el símil).

Acompañemos al asturiano y, por supuesto, al resto de pilotos, con las mismas ganas y la misma ilusión con la que él nos ha ofrecido este regalo y seguramente todos viviremos una experiencia que no olvidaremos.

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