La avería que obligó a Nico Rosberg a abandonar el GP de Singapur de Fórmula 1 en la vuelta 14, cuando apenas había podido tomar la salida, la provocó una ‘sustancia extraña’ según ha revelado la escudería al conocer los resultados del análisis forense realizado en el monoplaza.

Dado que lo anunciaron por las redes sociales, la reacción de los conspiranoicos fue instatánea, aunque minutos después, los comentarios del equipo terminaban por aclarar que es una sustancia que se emplea en los preparativos del coche y que, derramada en el lugar equivocado, provocó un cortocircuito intermitente irreparable en aquel momento.

El ‘comunicado’ terminaba con un #NotaConspiracy y un emoticono de felicidad, por si alguien se le ocurría seguir especulando.

Aclarado el asunto, parece que todo fue un error sin más (que le puede costar el título al alemán), aunque la verdad es que la teoría conspiranoica era mucho más interesante. Sobre todo porque parece que en el box del alemán pasan cosas especialmente raras, como el año pasado en Alemania, cuando un ‘caco’ se coló en uno de los lugares más secretos y seguros y se llevó el casco del piloto ante la atenta y estática mirada del ojo de pez que vigilaba el garaje.

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